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Oración a la Virgen María

En las sagradas escrituras podemos encontrar algunos datos fundamentales y algunas anécdotas específicas con respecto a María la madre de Jesús.

Por esta razón, si te gustaría saber quién fue María, qué se le pide, qué milagros realiza y encontrar las mejores oraciones a la virgen María, para que con ellas puedas pedir el milagro o favor que con urgencia necesitas; entonces, continúa leyendo…

🔗 Índice temático

¿Quién es la Virgen María?

¿Quién es la Virgen María?

La virgen María es venerada en la iglesia católica por muchas de sus virtudes y por ser la madre de Jesús, quien fue concebido por el Espíritu Santo.

Se trata una mujer judía de Galilea, que creció en un ambiente de obediencia a la ley de Dios. Se sabe que María hizo un voto de virginidad; sin embargo, se casó un artesano llamado José, quien era descendiente de la casa del rey David, y también había realizado un voto de castidad, pero que, por mutuo acuerdo, decidieron permanecer vírgenes por amor y lealtad a Dios.

🙏 Nota: María y José fue una de las primeras mujeres que siguió y fue discípula de Jesús.

Anuncio del Arcángel Gabriel a María

Antes de que José y María se casaran, a María se le apareció el ángel Gabriel y le indicó que el Espíritu Santo descendería sobre ella, y que de ella nacería el Hijo de Dios, tal escena se encuentra descrita en las sagradas escrituras, específicamente en “Lucas 1,35”.

Anuncio del Arcángel Gabriel a María

Es así como María acepta ese maravilloso regalo de Dios y le responde al ángel Gabriel: «Hágase en mí según tu Palabra», y en aquel instante Jesús fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo.

Visita de María a su Prima Santa Isabel

En el evangelio de San Lucas, se narra la escena de María, quien después de conocer la noticia del arcángel Gabriel, se levantó una mañana y fue muy deprisa a la montaña donde vivía su prima Isabel. Esto escena se conoce como “la visitación”.

Visita de María a su Prima Santa Isabel

Se dice que María fue a visitar a su prima Isabel porque el ángel Gabriel le dijo que, así como ella sería la madre de Dios, su prima sería la madre de Juan Bautista.

Por esta razón, María se fue a ayudarla y a servirle porque Isabel estaba en cinta a pesar de su avanzada edad.

Se dice que cuando María saludó a su prima Isabel, el niño que llevaba Isabel en su vientre saltó de alegría. En ese momento, Isabel le dice a María:

“Lucas 1: 42-45”.

42 ¡Dios te ha bendecido más que a todas las mujeres! Y también ha bendecido al hijo que tendrás. 43 ¿Por qué has venido a visitarme, tú que eres la madre de mi Señor? 44 Tan pronto como oí tu saludo, el bebé saltó de alegría dentro de mí. 45 ¡Dios te ha bendecido porque confiaste en sus promesas!

Anunció del Ángel a José

Anunció del Ángel a José

María no sabía cómo contarle a su prometido el anuncio y regalo que había recibido del cielo. Pues… ¿Cómo podía ella estar embarazada antes de casarse?

José al enterarse de esta noticia, rechazó a María. Pero luego, un ángel de Dios se aparece en los sueños de José y le dice que no dudara en recibir a María como su esposa, pues el hijo que ella lleva en su vientre fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo y es el hijo de Dios.

De esta manera, José luego de recibir este mensaje, no se negó a nada y recibió a María como su esposa. En ese momento, tanto María como José le ofrecieron a Dios guardar castidad por el resto de su vida, es por ello que la virgen María no tuvo más hijos.

María en el Nacimiento de Jesús

Cuando María ya se encontraba en los últimos días de gestación, tuvo que viajar a Belén junto a su esposo José, para participar en el censo que había ordenado y exigido el emperador romano Cesar Augusto.

María en el Nacimiento de Jesús

Cuando llegaron a Belén, intentaron encontrar un lugar para hospedarse, pero como llegaron tarde no encontraron dónde pasar la noche.

Sin embargo, llegaron a un lugar donde un señor muy amablemente les prestó su establo para que pasaran allí la noche y se cubrieran del frío.

Una vez instalados en el establo, José le hizo a María una cama de paja donde dio a luz a Jesús. Esa noche estuvieron acompañados de una mula y un buey que daban calor al lugar.

De esta manera, vemos que María vive la experiencia del parto que se dio en una situación de suma pobreza, pero también, que Jesús no necesitó más que del amor de Dios y de su madre para crecer y ser el salvador de toda la humanidad.

Relación de la Virgen María con Cristo

María es madre de Jesús, pero también fue una de sus más fieles discípulas, porque fue su primera colaboradora y seguidora.

Relación de la Virgen María con Cristo

María nunca dejó de querer a su hijo Jesús, aun cuando él colocaba a Dios por encima del vínculo natural de sangre que lo unía a su madre. Pues él nos enseñó a amar a Dios por sobre todas las cosas.

La Virgen María en la Pasión de Cristo

Aunque en las sagradas escrituras no tenemos gran detalle de la presencia de María durante la pasión de Cristo. Es de suponer que una vez que se enteró de la aprensión de su hijo, se dirigió hasta el palacio de Pilato, lugar donde sería juzgado.

La Virgen María en la Pasión de Cristo

Del mismo modo, no es raro pensar que María acompañó a su hijo mientras caminaba cargando una cruz en la cual finalmente sería crucificado, sintiendo y sufriendo ella cada caída y latigazo que recibió Jesús durante este trayecto.

En las sagradas escrituras podemos ver que en el evangelio de San Juan se describe una escena en el momento en el que Cristo ya había sido clavado a la cruz.

Juan. 19, 25-27.

“Y Estaban junto a la cruz de Jesús, su Madre y la hermana de su Madre, María la de Cleofás y María Magdalena. Jesús, viendo a su Madre y al discípulo a quien amaba, que estaba allí, dijo a la Madre: Mujer, he ahí a tu hijo. Luego dijo al discípulo: He ahí a tu Madre. Y desde aquella hora el discípulo la recibió en su casa.

Es por ello que, es inevitable no pensar en que la Virgen María acompañó a su hijo Jesús durante todo el doloroso proceso de su pasión, crucifixión y muerte.

Vida de la Virgen María Después de la Muerte de Jesús

Sobre la vida de María después de la muerte de Jesús realmente se conoce poco, pues su última mención en las sagradas escrituras se encuentra en el nuevo testamento:

Hechos 1:13-14.

13.Cuando llegaron, subieron al aposento alto, donde se alojaban Pedro y Jacobo, Juan, Andrés, Felipe, Tomás, Bartolomé, Mateo, Jacobo hijo de Alfeo, Simón el Zelote y Judas hermano de Jacobo. 14.Todos estos perseveraban unánimes en oración y ruego, con las mujeres, y con María la madre de Jesús, y con sus hermanos.

Esto significa que la virgen María después de la muerte de su hijo se unió a los discípulos y junto con ellos formó parte de la iglesia primitiva.

Hechos 2:1-4.

1.Cuando llegó el día de Pentecostés estaban todos unánimes juntos. 2.De repente vino del cielo un estruendo como de un viento recio que soplaba, el cual llenó toda la casa donde estaban; 3. y se les aparecieron lenguas repartidas, como de fuego, asentándose sobre cada uno de ellos. 4.Todos fueron llenos del Espíritu Santo y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablaran.

Según el nuevo testamento también podemos ver que Juan se preocupaba mucho por ella; sin embargo, no sabemos a ciencia cierta toda la historia de María después de la crucifixión de su hijo.

Es por ello que, no sabemos cuándo y cómo murió la virgen María. No obstante, algunos historiadores aseguran que la virgen murió en Jerusalén, aproximadamente unos 15 años después de la crucifixión de Jesús.

 🙏 Sugerencia: Si te gustaría conocer un poco más sobre la vida de los apóstoles: “San Pedro”, “Santiago el mayor” y “San Simón”; entonces, no dudes en dar click en los enlaces anteriores, para que no solo conozcas su biografía, sino también, encuentres las mejores oraciones para que con ellas puedas pedir una gracia o favor especial a estos fieles siervos de Dios.

¿Cuándo se celebra el Día de la Virgen María?

El día de la Virgen María se celebra cada 8 de diciembre y es conocido como el día de la inmaculada concepción.

Durante este día se celebra según la tradición católica el día en que María fue concebida en el seno de su madre Ana sin el pecado original en el que todos nacemos por ser descendientes de Adán y Eva. Sin embargo, la iglesia católica sostiene que Dios preservó a María desde el momento de su concepción del pecado original, considerando que ella iba a ser la madre de Jesús, su hijo.

Es por ello que, es importante acotar que el día de la inmaculada concepción no hace referencia a la concepción de Jesús, sino a la de la Virgen María, su madre.

Por otro lado, el 8 de septiembre se celebra la natividad de la virgen María, es decir, su natividad se celebra 9 meses después del día de su concepción. Esto quiere decir que, la fecha de celebración de su natividad proviene del cálculo matemático, considerando su natividad justo 9 meses después de su concepción.

Durante este día se realizan eucaristías en honor a la virgen María, procesiones y las personas le obsequian flores y otro tipo de ofrendas para agradecer a la virgen su protección y los favores concedidos.

🙏 Nota: En algunos países es considerado como un día festivo no laborable.

¿Qué se le Pide a la Virgen María?

La Virgen María es venerada por todos los cristianos católicos, por ocupar un lugar importante como lo es ser la madre de Jesús. Por esta razón, también debemos honrarla y respetarla.

Generalmente, se dice que quien es mediador ante Dios es Jesús. Sin embargo, Jesús realizó su primer milagro público, porque su madre intercedió, por esta razón podemos decir que María es intercesora por excelencia ante Jesús y podemos pedirle en oración a la Virgen María que ruegue por nosotros, que nos mire con compasión y nos de su bendición.

Hoy en día podemos encontrar una gran colección de oraciones dedicadas a la virgen María para pedir protección por los hijos, para pedir un milagro o incluso, para pedir que ruegue por nosotros ante situaciones difíciles y desesperadas.

¿Por qué debemos Honrar a la Virgen María?

Honrar a la virgen María es necesario porque incluso el cuarto mandamiento de la iglesia lo dice: “Honrar a padre y madre” y Jesús siempre honró a sus padres.

Además, es importante acotar que la Virgen María fue muy querida por muchos santos reconocidos hoy en día en la iglesia católica, incluyendo a los apóstoles de Jesús, porque María es y siempre fue considerada una mujer justa y humilde.

Por estas y muchas otras razones, debemos honrar y realizar oración a la Virgen María.

¿Qué Milagros realiza la Virgen María?

La Virgen María es reconocida y amada como la madre espiritual de los católicos. Son muchos los milagros que Dios ha realizado por intercesión de la virgen María, milagros que siguen ocurriendo hoy en día.

Recordemos que la Virgen María se representa en la iglesia católica a través de diferentes advocaciones marianas, y sus milagros incluyen apariciones e intercesiones ante Dios, para que obre milagrosamente en aquellos que con fe y devoción piden urgentemente ayuda del cielo.

Los milagros de la virgen María más conocidos son los “Milagros de la Virgen de Guadalupe”, “Milagros de la Virgen de Montserrat”, “Milagros de la Rosa Mística”, “Milagros de la medalla milagrosa”, entre otros.

Hoy en día existen un sinfín de relatos milagrosos, los cuales aseguran que por intercesión de la virgen María se han obtenido milagros increíbles e incluso impensables por parte de Dios. Esto sin duda alguna, propaga la fe y la oración a la Virgen María.

Apariciones de la Virgen María

Son muchas las apariciones de la Virgen María en todo el mundo bajo diferentes advocaciones marianas, algunas de ellas son:

Sin embargo, solo algunas de ellas han sido realmente reconocidas oficialmente por el Vaticano.

Virgen María: Intercesora de las Almas Humanas

María la virgen Madre de Dios, es la persona más cercana a Jesús. Es por ello que, se dice que es mediadora de todos nosotros ante su Hijo y ante el Padre, porque María es “Madre de misericordia, vida dulzura y esperanza nuestra”. Por eso, ella intercede por nosotros y atiende nuestros ruegos en la hora de nuestra muerte.

Existe una oración a la Virgen María muy popular dentro del cristianismo conocida como el “Ave María”, la cual generalmente siempre se realiza luego de rezar el “Padrenuestro” y en la cual culminamos diciendo: “Ruega por nosotros pecadores ahora y en la hora de nuestra muerte, amén.”

Es por ello que la Virgen María se considera como intercesora de las Almas Humanos.

Principales Oraciones a la Virgen María

Como María es la madre de Jesús, tiene un lugar muy importante en todos nuestros corazones. Porque reconocemos que fue elegida por el señor para que fuera la madre de nuestro salvador.

Es por ello que, existen oraciones a la Virgen María, a través de las cuales podemos pedir que ruegue por nosotros, que nos brinde su maternal bendición, que proteja a nuestros hijos, familia y hogar, y que interceda por nosotros ante su Hijo Jesucristo para que escuche y atienda nuestras suplicas ante situaciones difíciles.

Por eso si veneras, honras y eres fiel creyente de la cercanía que tiene la virgen María con Jesús; entonces, a continuación, te ofrecemos las mejores oraciones a la Virgen María, para que con ellas puedas agradecer por todas las bendiciones recibidas y a su vez, pedir el milagro que con urgencia necesitas.

Oración a la Virgen María para Pedir un Milagro

Gracias a la siguiente oración a la virgen María, podemos pedirle a nuestra madre que interceda por nosotros para que recibamos el milagro del cielo por el que tanto oramos.

Adorada María, hoy acudo a ti como poderosa intercesora, para pedirte por esta muy difícil necesidad, por este imposible problema que tanta desesperación me causa y que me resulta inalcanzable por mis débiles medios.

(Hacer la petición con inmensa confianza) Y, aunque para mí es casi imposible de conseguir, en tu mano está el concedérmela, y de este modo pueda yo ver resueltas las dificultades, preocupaciones y dolor que me provoca esta situación angustiosa.

¡Virgen Santa, noble reina de los ángeles, esposa del Espíritu Santo, acuérdate de que eres mi Madre!, Tú que nos pones en comunicación con tu hijo, que nos das los medios para llegar al Altísimo, te imploro presentes mis peticiones para que reciba urgente auxilio.

Dulce María, madre amada mía, líbrame de los enemigos de mi alma y de los males temporales que me acechan en la vida, a ti sean mis afectos de gratitud y devoción.

María, Santa señora, ruega por todos nosotros a tu Santísimo Hijo, nuestro señor y Maestro.

Amén.

Oración a la Virgen María para Casos Difíciles o Causas Desesperadas

Muchas veces, pasamos por momentos de angustia y desesperación y no sabemos cómo sobrellevar esa situación. Motivo por el cual, podemos acudir en oración a la Virgen María, porque ella es nuestra madre y sabe cómo consolarnos.

Además, ella puede interceder por nosotros ante Dios, para que nos otorgue la fortaleza necesaria para superar esos momentos difíciles por los que te encuentras atravesando.

¡Oh María, dulce Madre de Amor y misericordia!, tú que eres bálsamo que sana nuestras heridas y aflicciones y abres las puertas que se cierran ante nosotros.

Tú, amada madre que eres luz clara que disipa las tinieblas que nos asustan, nos otorgas suficientes fuerzas para enfrentarnos a las dificultades y con tu maternal y constante entrega nos acompañas en nuestros más duros momentos.

Hoy amadísima María de Nazaret, te llamo con todo mi ser en estos momentos de angustia para pedirte que me lleves de la mano y me guíes todos los días por el buen camino, para que pueda con tu ayuda ser mejor persona cada día, y de esta manera, me permitas disfrutar de un mejor futuro.

A tus pies hoy te ruego lleno de esperanza que le des tranquilidad a mi ser y a mi corazón, para que me des tu poderosa ayuda y amparo ahora que la angustia, la pena y necesidad me rodean y yo no puedo solucionarlas ni manejarlos por cuenta propia.

Ante ti amadísima Virgen María, me presento sabiendo que siempre nos escuchas y haces posibles, con tu mediación ante Jesucristo, que todos nuestros problemas y dificultades tengan solución.

Te ruego me des perfecta salud, y que alejes de nosotros las pandemias, enfermedades y dolores; te pido con ahínco me liberes de las presiones económicas que agobian mi día a día y me quitan el sueño por la noche; también te pido amada madre que llenes mi vida de verdadero y sincero amor, y que siempre esté rodeado de buenas personas.

María Santísima, te pido también por mi situación laboral, para que pueda yo tener y conservar un digno trabajo o un productivo negocio que me permita llevar a mi hogar un salario justo y adecuado para que no pasemos tribulaciones, ruinas ni carencias.

¡Oh Santísima Virgen María! Hoy vengo a pedirte amparo, ayuda y protección, porque sabes que confío en el poder de la Divina Providencia y sé que tú puedes interceder ante Dios por mis necesidades, sobre todo, para que me ayude a superar esta difícil situación por la que me encuentro atravesando actualmente.

(Cuéntale a la Virgen María con mucha fe y esperanza el caso difícil que estás viviendo).

Santísima Virgen María, abrásame con las llamas de tus maternales cuidados, y, por la divina gran caridad que alberga tu Inmaculado Corazón, te imploro uses tu generosidad conmigo, dame tu favor, ponme bajo tu singular y segura protección hoy y siempre; y enséñame a imitar tus grandes virtudes y a seguir tu ejemplo para que pueda yo aprender a amar a Dios cada día.

Por favor amada virgen María, te ruego que con tus bellos ojos de Madre le ruegues a Dios que no me abandone ahora que tanto necesito de su amor, ayuda y comprensión.

Amén.

Oración a la Virgen María para Niños

Enseñar a los niños a realizar oración a la Virgen María y a Dios, es capacitarlos en el uso del arma más poderosa del universo que tenemos como cristianos; es decir, la oración.

Por eso, debes saber que los niños deberían aprender a orar por diferentes motivos, por ejemplo: cuando oramos somos más agradecidos y cuando somos agradecidos somos más felices.

Además, a través de la oración a la Virgen María, los niños pueden aprender a confesar sus pecados, para que ella los ayude a mejorar y los ayude caminar siempre por el camino del bien.

Lo importante para poder enseñar a los niños una oración a la Virgen María, es que sea una plegaria corta y concisa como la que encontrarás a continuación.

María, querida madre.

Quiero pedirte por mi familia para que todos estén sanos y bien.

Que mis papás tengan trabajo y mis hermanos y yo podamos estudiar mucho.

Ayúdame a ser más bueno cada día.

Ayúdame a ayudar en mi casa, a no pelear con mis hermanos y amigos, a respetar a todos y no contestar mal.

Quiero seguir tus pasos madre amable y poder estar cerca de Dios como tú lo estás.

Acompáñame toda la vida y regálame tu bendición a diario.

¡Que así sea!

Amén.

Oración de la Mañana a la Virgen María

Todas las mañanas puedes hacer oración a la Virgen María, consagrándose a ella y pidiendo que te defienda de todo mal en el transcurso de cada nuevo día.

¡Oh, María Señora mía!

¡Oh, María Madre mía!

Yo me ofrezco enteramente a Ti; y en prueba de mi filial afecto, te consagro en este día mis ojos, mis oídos, mi lengua y mi corazón; te consagro todo mi ser.

Santísima Virgen María, Madre de bondad, guárdame y defiéndeme de todo mal y peligro en este nuevo día.

Amén.

🙏 Sugerencia: ¿Te gustaría aprender a agradecer a Dios por despertar sano y salvo cada día? Entonces, no debes dejar de leer nuestro artículo dedicado a la “Oración de la mañana”.

Oración de la Noche a la Virgen María

Antes de dormir debemos agradecer a Dios por habernos regalado un nuevo día. Pero también, podemos pedirle a la Virgen María que limpie nuestros corazones para que aprendamos a amar a Dios, y cada noche, podamos ponernos solo en sus manos con total confianza, para que él pueda obrar siempre para bien en cada uno de nosotros.

Para ello, solo debes realizar la siguiente oración de la noche a la Virgen María con mucho amor, confianza y devoción.

“¡Protégenos madre de Dios!
Madre de Dios y Madre nuestra, luz de Dios que nos llamas siempre a rezar, amar, y  perdonar, entra esta noche en nuestros corazones pecadores y afligidos, limpia nuestras conciencias haciéndonos capaces de comprender el infinito amor y Su eterna misericordia .
Regalo del altísimo para la conversión de los hombres, llévanos de la mano como una buena madre, guíanos en la adversidad terrenal para conducirnos, con fe y esperanza sincera, hacia la vida y la alegría eterna, promesa del Hijo de Dios y fruto de tu seno Jesús.
«Quien come de este pan vivirá para siempre», «Quien cree en Dios vivirá en su luz». Madre tú nos recuerdas estas palabras y queremos seguir el camino que nos lleva hacia tu Hijo.
Ayúdanos, Madre protectora de la noche, a ponernos sólo en las manos de Dios con confianza para que Él pueda obrar en nosotros. Y siempre hagamos su voluntad como lo hiciste Tú. Repara nuestras fuerzas, alimenta nuestra esperanza, aumenta nuestra capacidad de amar y de servir a los demás. Llénanos de tu dulzura y de tu paz.
Amén.”

🙏 Sugerencia: Si te gustaría encontrar más oraciones para rezar en la noche; entonces, te recomendamos visitar nuestro artículo dedica única y exclusivamente a la «Oración de la Noche«.

Oración a la Virgen María por los Hijos

Para nadie es un secreto que generalmente, las madres están en constante oración a la Virgen María por sus hijos. Pues ella es la madre de todos los cristianos.

Por esta razón, si tienes hijos y te gustaría pedirle en oración a la Virgen María que los cuide en todo momento; entonces, no dudes en realizar con mucha fe y esperanza la siguiente oración.

Santísima Virgen María, madre de Dios y madre nuestra, encárgate de mis hijos…

Amada madre, hoy quiero encomendarte a mis hijos, pues ellos son mi vida entera. Por eso, hoy quiero formarles en su espíritu TU IMAGEN.

Ayúdame a cuidarlos Madre mía, hoy te los entrego, porque también son tus hijos.

¡Cuídalos!

En el mundo hay muchos peligros y tú, amada Virgen María puedes cuidarlos mientras mis ojos no puedan verlos.

Aléjalos de falsas amistades, de deseos de poder y ayúdalos a encontrar el camino de la verdad de Dios.

Madre amada, en tus Manos dejo a mis hijos, protégelos con el esmero y entrega con el que cuidaste a tu hijo Jesucristo.

Te pido ayuda porque sola no puedo con mi familia, pero sé que con tu ayuda me siento fuerte, me siento segura, y por eso a ti te los entrego.

En tus benditas manos madre santa, dejo a estos hijos prestados. Los quiero ver libres y, sobre todo, muy felices; dales el Don de la alegría y una fe muy grande, que les permita vivir para hacer siempre el bien.

Que así sea.

Amén.

Oración a la Virgen María por la Familia

Orar por tu familia es lo más valioso que puedes hacer, porque le demuestras a Dios y a la Virgen María cuanto los amas y cuanto confías en ellos, al procurar dejar en sus manos a tu familia.

María, tú siempre tan amable y admirable.

Tú que eres la queridísima y piadosa protectora de las familias del mundo que se encuentran al margen de la voluntad de Dios.

¡Oh sagrada Virgen María! Yo, con infinita fe y esperanza en tu Santa voluntad, imploro en demasía que llenes de amor a mi núcleo familiar.

Por favor madre bendita, procura nuestra unidad, nuestra confianza, nuestro progreso y nuestra salud.

Haz que superemos con la frente en alto cada obstáculo que se nos presente y que podamos gozar del reflejo de la familia que tú tuviste en vida.

Amén.

Oración a la Virgen María por los Enfermos

Estar en una situación de enfermedad es lo peor que podemos sentir como seres humanos, porque sentimos que nuestras esperanzas se desvanecen.

Por eso, si tienes algún familiar, amigo o conocido en esta situación, puedes pedirle en oración a la Virgen María que interceda ante Dios para que los ayude a sanar de esa terrible enfermedad.

¡Amada y piadosa Virgen María! Hoy colocamos nuestra fe en ti, porque sabemos que eres auxilio de los cristianos y socorro de los afligidos.

Hoy me arrodillo ante tu magnanimidad para pedirte que obres en favor del que hoy yace enfermo, aquel que se encuentra postrado en una cama y ve sus fuerzas disipadas por la enfermedad.

Intercede por la sanación de todos los enfermos del mundo, especialmente por: (Menciona el nombre de la persona enferma) porque tu gracia lo cura todo, y sé que oirás esta petición tan importante que con fe y esperanza te hago llegar.

Amadísima virgen, intercede por todos los enfermos para que Dios les conceda el milagro de la sanación.

Amén.

Oración a la Virgen María por la Salud

Si te encuentras pasando por una mala situación de Salud, puedes pedirle en oración a la Virgen María que medie por tu salud y por la salud de aquellos que sufren hoy en día a causa de alguna enfermedad. Para que, con su ayuda, puedan obtener del creador la sanación y el alivio de sus males.

Amadísima Virgen María, protectora de todos los hombres. Tú que vigilas desde el cielo la vida de cada uno de nosotros y te preocupas por nuestro bienestar; tú que viniste al mundo llena de gracia y sin la más ligera sombra de pecado para ser Madre de Jesús y Madre Nuestra, te pido que escuches hoy esta oración.

Madre del santísimo rosario, acércate aún más a nosotros; te pedimos por los que no tienen fe o rechazan tu luz, por los que no tienen pan, por los enfermos y los sanos, por los que viven angustiados o sufren sin esperanza, por los hogares que se elevan y por los que amenazan ruinas.

¡Oh, santísima Virgen María!, tú que no abandonas a tus hijos, tú que eres la más clemente de todas, tú que eres la que más ama y la que más escucha, no me desampares en este momento y ayúdame con esto que hoy te pido desde lo más profundo de mi corazón: (Realiza aquí tu petición de salud).

Yo, por el infinito amor que te guardo en cuerpo y alma, te pido que medies por mi salud y la de todos mis seres queridos, no permitas que suframos ningún mal, alivia todos nuestros dolores y ayúdanos a alcanzar el bienestar que tanto necesitamos.

No permitas madre amable que la enfermedad, el desconcierto, la apatía, y la falta de espiritualidad invada algún punto de mi ser. No me abandones en esta situación difícil, pues sin Dios y sin tu amor, no tendría la fuerza para salir adelante.

Gracias por escuchar nuestras súplicas, oh dulce señora.

Gloria a ti bendito ser celestial que nos protege con su manto de amor.

Amén.

Oración a la virgen María de San Juan Pablo II

El Papa Juan Pablo II honraba con mucho amor a la Virgen María. Es por ello que, en su visita a México el 9 de enero de 1979, dedicó una hermosa oración a la Virgen María en su advocación mariana «la Virgen de Guadalupe».

¡Oh virgen de Inmaculada,

Madre del verdadero Dios y Madre de la Iglesia!

Tú, que desde este lugar manifiestas

tu clemencia y tu compasión

a todos los que solicitan tu amparo;

escucha la oración que con filial confianza te dirigimos,

y preséntala ante tu Hijo Jesús, único Redentor nuestro.

Madre de misericordia, maestra del sacrificio escondido y silencioso,

a Ti, que sales al encuentro de nosotros, los pecadores,

te consagramos también nuestra vida, nuestros trabajos,

nuestras alegrías, nuestras enfermedades y nuestros dolores.

Da la paz, la justicia y la prosperidad a nuestros pueblos;

ya que todo lo que tenemos y somos lo ponemos bajo tu cuidado,

Señora y Madre nuestra.

Queremos ser totalmente tuyos y recorrer contigo el camino

De una plena fidelidad a Jesucristo a su Iglesia:

No nos sueltes de tu mano amorosa.

Amén.

Oración de San Francisco a la Virgen María

San Francisco de Asís fue el fundador de la orden franciscana y amaba a la Virgen María. Por eso, escribió la siguiente oración a la Virgen María para honrarla y alabarla.

Salve, Señora, santa Reina,

santa Madre de Dios, María,

que eres virgen hecha iglesia

y elegida por el santísimo Padre del cielo,

a la cual consagró Él

con su santísimo amado Hijo

y el Espíritu Santo Paráclito,

en la cual estuvo y está

toda la plenitud de la gracia y todo bien.

Salve, palacio suyo;

salve, tabernáculo suyo;

salve, casa suya.

Salve, vestidura suya;

salve, esclava suya;

salve, Madre suya

y todas vosotras, santas virtudes,

que sois infundidas por la gracia

e iluminación del Espíritu Santo

en los corazones de los fieles,

para que de infieles hagáis fieles a Dios.

Amén.

Oración a la Virgen María por mi Embarazo

La siguiente oración a la virgen María es una plegaria de agradecimiento a Dios por el milagro de la vida. Además, en ella también le puedes pedir a María Santísima que te acompañe en todo momento durante ese bello proceso del embarazo y durante el parto.

Santa María, hoy le agradezco a Dios por la nueva vida que llevo dentro de mí, esto es algo maravilloso que me hace ver las cosas de manera diferente, me llena de ternura y resurge en mí alma una gran admiración por esta obra creadora de nuestro Dios, que continúa a través de mi persona.

Soy feliz porque voy a ser madre; por eso, te pido que veles por este nuevo ser que ahora habita dentro de mí, sus movimientos son una caricia, y sueño con pronto poder ver su carita, sus ojos y su pelo.

Te pido que me acompañes amada virgen María durante todo el proceso de gestación y durante el parto, para que nada logre perturbar mi serenidad.

Amén.

Oración Hermosa a la Virgen María

La siguiente oración a la Virgen María es muy hermosa, porque con ella le pedimos que nos preste sus manos, sus ojos, sus labios, su manto y demás, para que podamos ser dichosos por el resto de la eternidad.

Préstame Madre Santa tus manos, para con ellos poderme cobijar, porque así no hay mal ni enfermedad que a mi familia pueda dañar.

Préstame Madre tus ojos, para con ellos poder mirar, porque si con ellos miro nunca volveré a pecar.

Préstame Madre tus labios, para con ellos rezar, porque si con ellos rezo Jesús me podrá escuchar.

Préstame Madre tu lengua, para poder comulgar, pues es tu lengua materna de amor y de santidad.

Préstame Madre tus brazos, para poder trabajar, que así rendirá mi trabajo, una y mil veces más.

Préstame Madre tu manto, para cubrir mi maldad, pues cubierta con tu manto al cielo he de llegar.

Préstame Madre a tu Hijo, para poderlo yo amar, pues si me das a Jesús ¿qué más puedo yo desear?

Así será esta, mi dicha por toda la eternidad.

(Haz aquí tu petición a la Virgen María).

Amén.

Oración a la Virgen María por la Paz

Gracias a la oración a la Virgen María por la Paz que encontrarás a continuación, podemos pedirle que medie ante Dios por todos nosotros, para que, unidos como hermanos, evitemos las guerras y los conflictos entre nosotros mismos y entre naciones.

Oración a la Virgen María por la paz

Sagrada Virgen María, hoy acudo a ti, a tu bondad, a tu caridad y a tu cariño y amor infinito, como reina y madre de todos, para que repartas tu cariño en el mundo, tu comprensión y paciencia entre todos los seres humanos, para que en el mundo reine la paz.

Hoy pongo en tus manos, divina Señora, a todas las naciones del mundo, te pido por el cese de las guerras entre países, y que no exista la discordia entre los seres humanos, ni permitas que se pongan en riesgo la vida de inocentes como consecuencia de estas disputas de poder y avaricia.

Protégenos, piadosa mujer, bendícenos y cuida a todos los que viven en miseria tanto material como espiritual, dales a sus almas el consuelo que necesitan y abrázalos con tu paciencia y perseverancia para que puedan seguir construyendo su presente y su futuro.

Amada madre de Jesús y madre Nuestra, hoy te pido que también intercedas para acabar con todas las rencillas y peleas que existen entre familias, siembra en ellas amor y perdón, para que se acaben todos los malos entendidos y cesen las acciones basadas en mentiras, rencor y engaño.

Tú amada virgen María, que eres la reina de la paciencia, tú qué sabes brindar amor infinito y desinteresado, te ruego en este día que ayudes al mundo, pon en los corazones humanos paciencia, tolerancia y perdón, haz que desaparezca todo el odio y el rencor que habita en las personas.

Sé que tú eres la única que puede lograr que paren todas las guerras, el odio y la miseria en el mundo con tu infinito amor, cúbrenos con tu manto sagrado, apiádate de nuestros frágiles corazones, y por favor escucha mis súplicas y responde a ellas, te lo pido con toda la humildad de mi ser.

Infunde sagrada Virgen María, en todas nuestras mentes y nuestros espíritus, todas las ganas de cumplir con la voluntad de Dios, la inteligencia para discernir y la bondad para actuar desde el amor y la tolerancia.

Que así sea.

Amén.

Oración a la Virgen María por las Madres

La siguiente oración a la Virgen María está dedicada a todas las madres del mundo, para que asuman este rol de madres desde el amor más profundo de su corazón.

Querida Virgen María, intercede por todas nuestras madres. Pídele a tu Divino Hijo que les dé la gracia del amor hacia sus hijos y que encuentren la fuerza diaria para decir sí, a la llamada al amor sacrificial, corazón mismo de la vocación de la maternidad.

Amén.

Oración a la Virgen María en el Día de las Velitas

La oración a la Virgen María para el día de las velitas, es una plegaria que se realiza antes de encender las mismas con la intención de realizar una petición especial.

El día de las velitas es una tradición católica en la que se encienden velas para celebrar el día de la inmaculada concepción y la llegada de la navidad en países en los que existe gran presencia de fieles católicos tales como: Brasil, México, Estados Unidos, Italia, Francia, Colombia, España, Argentina, Venezuela, entre otros.

Inmaculada Madre de Dios, Reina del cielo y de la tierra, Madre de misericordia, abogada, intercesora y refugio de los pecadores: vengo hoy a ti con el ánimo de hacer un llamado a tu inmenso corazón, iluminado y movido por las gracias y favores que realizas a todos tus hijos, benevolencias hechas realidad por tu intercesión ante el Dios Supremo, Padre de todo lo creado y que tu maternal benevolencia abundantemente me ha obtenido del Tesoro Divino.

Hoy propongo en ofrenda mi corazón en tus manos para que sea consagrado por tu hijo Jesús, Dios hecho hombre en la Tierra, en el interés de recibir tu ayuda, madre divina.

¡Oh Virgen santísima!, te entrego mi plegaria, en presencia de los nueve coros de los ángeles y de todos los santos; para que tú, Virgencita de la Inmaculada Concepción, consagres en mi nombre a Jesús mi intención.

Amada Virgen María, en ti tengo total confianza, por eso estoy seguro de que harás lo posible para que Jesús me ayude con esta necesidad que hoy dejo en tus manos:

(Enciende las velitas y haz tu petición).

Gracias por tu amor.

Santa María, Ruega por nosotros.

Amén.

Oración a la Virgen Desatanudos

La oración a la Virgen María desatanudos ha sido una plegaria muy popular, porque con ella se le pide a María la madre de Dios, que desate los nudos que entorpecen nuestras vidas y que nos impiden mejorar e incluso crecer tanto personal como espiritualmente.

Santa María desatadora de nudos, Santa María, llena de la presencia de Dios, durante los días de tu vida aceptaste con toda humildad la voluntad del Padre, y el maligno nunca fue capaz de enredarte con sus confusiones.

Ya junto a tu hijo, intercediste por nuestras dificultades y, con toda sencillez y paciencia, nos diste ejemplo de cómo desenredar la madeja de nuestras vidas.

Y al quedarte para siempre como Madre Nuestra, pones en orden y haces más claros los lazos que nos unen al Señor.

Santa María, madre de Dios y madre nuestra, tú que con corazón materno desatas los nudos que entorpecen nuestra vida, te pedimos que nos recibas en tus manos y que nos libres de las ataduras y confusiones con que nos hostiga el que es nuestro enemigo.

Por tu gracia, por tu intercesión, con tu ejemplo, líbranos de todo mal, señora nuestra, y desata los nudos que impiden nos unamos a Dios, para que libres de toda confusión y error, lo hallemos en todas las cosas, tengamos en Él puestos nuestros corazones y podamos servirle.

Amén.

Oración a la Virgen María para Aprobar Exámenes

Si eres estudiante y te encuentras en época de exámenes, entonces puedes realizar oración a la Virgen María para que te otorgue la sabiduría y el entendimiento necesario para salir bien en la difícil prueba que estás a punto de rendir.

Madre mía, Virgen Santa e Inmaculada, tú, que, por haber recibido en tu seno al Hijo de Dios, eres Trono de la Gloria y de la Sabiduría, alcánzame la gracia de estudiar con orden y constancia, con intensidad y presencia de Dios, con pureza de intención y afán de aprendizaje y progreso.

Haz que mi esfuerzo y dedicación en los estudios me acerquen cada día más a ti y a tu divino Hijo Jesucristo, que sean horas de aprovechamiento y responsabilidad, y llegado el momento de los exámenes pueda demostrar mis conocimientos y conseguir buenos resultados traducidos en buenas calificaciones para seguir avanzando.

Virgen Santísima, tú que nos acompañas y nos guías, amada madre, tú que eres la alegría, el consuelo de los afligidos y nos das fortaleza en los más duros momentos, intercede por mí ante tu Hijo, para que permita que pueda aprobar los exámenes, especialmente el examen de:

(Menciona el examen que vas a rendir).

Amadísima Madre, líbrame de todo miedo y nerviosismo, dame tranquilidad, ilumíname, clarifica mis ideas y dame soltura; haz que no me falle la memoria, para poder recordar lo que con trabajo aprendí, y haz que los que me van a examinar sean pacientes, justos y razonables.

Madre bondadosa tiéndeme tu mano y ayúdame a salir triunfante de esta prueba.

Señora mía, dame tu amor y lléname de sabiduría y entendimiento, nunca permitas que caiga ante los obstáculos, y enséñame a seguir tus pasos y los de tu bendito Hijo con las virtudes de la entrega, la caridad y la humildad; y así, pueda alcanzar la dicha de alabarte y amarte para siempre en el Cielo.

Amén.

 🙏 Sugerencia: Si sientes que por más que estudias no logras memorizar los temas, entonces, puedes rezarle a San Charbel, conocido como el “Hombre de los Milagros”, para que a través de su sabiduría puedas pedirle entendimiento a la hora de presentar exámenes gracias a la “Oración a San Charbel”.

Oración a la Virgen María por Dinero

Con la siguiente oración a la Virgen María puedes pedirle a la madre de Dios que interceda por ti ante tus necesidades económicas, pues ella conoce tu sufrimiento y agobio, y nuestra madre no desampara a sus hijos.

¡Oh Virgen María, tu misericordia es infinita! Te suplico que me ayudes en esta situación financiera tan difícil por la que estoy atravesando.

Por favor, intercede ante Dios y concédeme un favor especial para mis finanzas. Te lo pido con todo mi corazón.

Amén.

Oración a la Virgen María para Conseguir Trabajo Pronto

Estar sin trabajo es una situación realmente difícil, porque muchas veces no tenemos cómo llevar el sustento a nuestras familias. Motivo por el cual, si te encuentras sin trabajo, puedes acudir en oración a la Virgen María, porque ella es nuestra madre consoladora.

Oración a la Virgen María
Oración a la Virgen María para el trabajo

Generosa Virgen María, Madre llena de Gracia y de admirable bondad. Hoy acudo ante ti que eres nuestra gran Reina y protectora Celestial para pedirte que me ayudes a encontrar un trabajo digno y bien remunerado.

Madre amada, purísima Virgen María, con respeto y humildad vengo a pedirte una vez más que tengas piedad de mí, porque Tú siempre tienes los brazos abiertos de par en par para dar consuelo, ayuda y remedio a quien confiadamente te implora asistencia.

¡Oh María, amadísima y alabada por tus hijos! Tú que eres fuente inagotable de misericordia, eres mi dulce abogada y auxiliadora, mi intercesora y mediadora ante Jesucristo, nuestro amigo, nuestro hermano y Señor, por favor, haz llegar mis sinceras peticiones ante él.

En ti espero y en ti confío que, por tu bendito ruego ante el creador, consiga el empleo más digno que tano anhelo, el cual me permita salir de la angustia económica que tengo y me haga recuperar la estabilidad y la tranquilidad, que, como sabes, me es tan necesario para mi tranquilidad.

Madre amada, por favor, abre mis caminos y acompáñame siempre en las entrevistas de trabajo, para que pueda responder correctamente y con sabiduría para alcanzar la meta y ser contratado.

¡Oh bienaventurada y Pura Virgen María!, líbrame de todo enemigo, de todo mal y de todo peligro, vigila mis pasos, dame fortaleza y aumenta mi fe, quiero amarte cada vez más y más, para que un día en unión contigo en el Cielo, alabe a tu Hijo Jesús por toda la eternidad.

Amén.

Oración a la Virgen María por el Amor

En una relación de pareja no debería dejar de existir el amor a Dios. Es por ello que, gracias a la siguiente oración a la Virgen María, puedes pedirle que convierta tu corazón y el de tu pareja en la llama viva de su Amor Inmaculado y que bendiga su unión, el cual han consagrado a Dios.

Amadísima Virgen María, tú, que eres Belleza del Amor de Dios manifestado.

Tú, que por amor y silencio llegaste por nosotros hasta los pies de la Cruz.

Tú, que por amor a todos guiaste a los apóstoles.

Tú, que por amor vives eternamente en la Gloria de Dios.

María santísima Madre de Dios y madre nuestra,

Tú, que te hiciste pequeña y servidora entre todas las mujeres.

Tú, que por amor aceptaste en humildad la Voluntad de Dios.

Tú, que eres símbolo de amor, maternidad y compasión; convierte mi corazón en la llama viva de tu Amor Inmaculado, para que pueda ver siempre a mi pareja a través de tus ojos llenos de amor y sinceridad.

Intercede madre amada ante Dios, para que (Menciona el nombre de tu pareja) y yo, podamos encontrar apoyo mutuo y consagremos nuestras vidas ante el Padre.

Bendice nuestra unión, en el nombre de Jesús.

Amén.

Oración de Consagración a la Virgen María

Con la siguiente oración a la Virgen María te estarás consagrando a ella en cuerpo y alma, para que te presente ante Dios y puedas conseguir llevar cada día una vida llena de fidelidad de acuerdo a la voluntad de Dios Padre.

¡Oh amadísimo Jesús, verdadero Dios y verdadero hombre, hijo único del Padre eterno y de María, siempre virgen!  Yo te adoro y te doy gracias porque viniste al mundo, hombre entre los hombres y servidor del Padre, para librarme de la esclavitud del pecado.

Te alabo y te glorifico señor mío en todo momento, y aunque sé que no soy digno de llamarme hijo de Dios porque no he guardado los votos y promesas de mi bautismo, hoy decido acudir en oración a tu madre la Virgen María, para que con su intercesión misericordiosa pueda obtener yo el perdón de mis pecados y una constante vida en comunión contigo, amado Jesús mío.

Por eso, te saludo pues, oh María inmaculada, templo viviente de Dios: en ti ha puesto su morada la sabiduría eterna para recibir la adoración de los ángeles y de los hombres.

Te saludo, ¡oh gloriosa reina del cielo y de la tierra! a ti están sometidas todas las criaturas.

Te saludo, refugio seguro de los pecadores: pues todos experimentan tu gran misericordia.

Acepta los anhelos que tengo de la divina sabiduría para ofrecerte mi consagración total.

Yo, (Menciona tu nombre), estoy consciente de mi vocación cristiana, y por eso, renuevo hoy en tus manos amada madre mía mis compromisos bautismales.

Hoy Renuncio a satanás, a sus seducciones, a sus pompas y a sus obras, y me consagro a Jesucristo para llevar mi cruz detrás de él, en la fidelidad de cada día a la voluntad del Padre.

En presencia de toda la corte celestial, te elijo en este día como mi madre y maestra. Me entrego y consagro a ti, como tu esclavo, mi cuerpo y mi alma, mis posesiones tanto internas como externas, incluso el valor de todas mis buenas acciones, pasadas, presentes y futuras, dejando en ti, entero y completo derecho de disponer de mí, y todo lo que me pertenece, sin excepción, de acuerdo a tu voluntad, para mayor gloria de Dios en el tiempo y en la eternidad.

Madre del señor, acepta esta pequeña ofrenda de mi vida y preséntala ante tu hijo; si él me redimió con tu colaboración, debe también ahora recibir de tu mano, el Don total de mí mismo. En adelante, deseo honrarte y obedecer los mandatos de Dios en todo momento.

¡Oh bendito corazón inmaculado de María!, haz que yo viva plenamente esta consagración para prolongar en mí la amorosa obediencia de tu hijo y dar respuesta a la misión trascendental que Dios te ha confiado en la historia de la salvación.

¡Madre de misericordia!, alcánzame la verdadera sabiduría de Dios, y hazme plenamente disponible a tu acción maternal. Colócame así, entre los que tú amas, enseñas, guías, alimentas y proteges como hijos tuyos.

¡Oh virgen fiel y de misericordia!, haz de mí un auténtico discípulo e imitador de tu hijo, la sabiduría encarnada.

Contigo, madre y modelo de mi vida, llegaré a la perfecta madurez de Jesucristo en la tierra y de esta manera, con tu ayuda, poder llegar también a la gloria del cielo.

Amén.

Oraciones Antiguas a la Virgen María

Desde tiempos antiguos, los cristianos han honrado a la Virgen María por todas sus virtudes. Es por ello que, existen oraciones antiguas a la Virgen María que, incluso hoy en día, siguen siendo populares; y algunas de ellas, se rezan al momento de realizar el santo rosario.

Oración a la Virgen María

Ave María

La oración Ave María es una oración católica dedicada a la Virgen María por ser la madre de Jesús. La cual se basa en el evangelio de San Lucas.

Esta oración a la Virgen María es una de las más populares dentro del cristianismo, incluso forma parte del santo rosario, porque se dice que el Ave María tiene un origen Divino.

El Ave María es una oración compuesta por dos partes y es la oración más antigua dedicada a la Virgen María en la religión católica, pues la misma proviene de sucesos y palabras que podemos encontrar directamente en las sagradas escrituras.

Primera parte: La primera parte del Ave María está compuesta por las palabras dichas por el ángel Gabriel durante la «Anunciación», específicamente en “Lucas 1,42” y por las palabras de alabanza que le dice su prima Santa Isabel a María durante la «Visitación», específicamente en “Lucas 1: 42-45”.  Esta hermosa parte de la oración a la Virgen María, nos permite alabarla y demostrarle nuestro amor de manera desinteresada.

Segunda Parte: La segunda parte del Ave María es una invocación de la iglesia promulgada por el Papa San Pío V en el año 1568. Pues en ella nos dirigimos a María madre de misericordia para reconocer que somos pecadores, y además, nos ponemos en sus manos cada día y en la hora de nuestra muerte.

Primera Parte

Dios te salve, María, llena de gracia, el Señor es contigo.

Bendita Tú eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.

Segunda Parte

‘Santa María, madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte.

Amén.

Salve

Esta hermosa oración fue escrita por el Beato Hermann von Reichenau. Conocido por su gran devoción a la Virgen María, y por haber nacido con varias enfermedades tales como: paladar hendido, parálisis cerebral y espina bífida.

Además, con el paso del tiempo quedó ciego y es allí cuando compone esta hermosa oración a la Virgen María en el monasterio donde vivía.

La Salve es un maravilloso himno de júbilo lleno de amor y devoción que proviene del corazón de un hombre que sufrió mucho durante toda su vida.

Dios te salve, Reina y Madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra.

Dios te salve. A Ti clamamos los desterrados hijos de Eva,

a Ti suspiramos, gimiendo y llorando en este valle de lágrimas.

Ea, pues, Señora Abogada Nuestra, vuelve a nosotros tus ojos misericordiosos, y después de este destierro, muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre.

¡Oh, clemente, oh piadosa, oh dulce Virgen María!

Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios, para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo.

Amén.

Salve Regina

La oración “Salve Regina” a la Virgen María es la oración «Salve» original en latín, escrita por el beato Hermann von Reichenau.

Salve Regina, Mater misericordiae,

Vita dulcedo et spes nostra salve.

Ad te clamamus exsules filii Hevae.

Ad te suspiramus gementes et flentes,

in hac lacrimarum valle.

Eja ergo advocata nostra,

illos tuos misericordes oculos ad nos converte.

Et Jesum benedictum fructum ventris tui

nobis post hoc exsilium ostende.

O clemens, o pia, o dulcis Virgo Maria.

 🙏Nota: Generalmente, rezamos la oración Salve Regina durante el Santo Rosario o desde el sábado anterior al Domingo de la Santísima Trinidad hasta el viernes anterior al primer domingo de Adviento.

Bendita Sea Tu Pureza

Aunque existen diversas historias sobre su origen, no podemos negar que esta es una oración a la Virgen María muy hermosa, la cual a través de los años se ha mantenido como una oración muy popular entre los fieles católicos.

Bendita sea tu pureza y eternamente lo sea,

pues todo un Dios se recrea en tan graciosa belleza.

A ti, celestial princesa, Virgen sagrada, María, yo te ofrezco noche y día alma, vida y corazón.

¡Mírame con compasión!

¡No me dejes, Madre mía y dame tu bendición!

Bajo tu Amparo

Esta oración se considera también como una oración antigua a la virgen María, la cual data aproximadamente del siglo III y desde ese momento, ha servido y lo continúa haciendo como medio para invocar en oración a la Virgen María, madre de Dios, en su papel de mediadora del cielo.

La oración fue encontrada escrita en un papiro en Egipto y es una hermosa oración en la que reconocemos la inmensa capacidad de amar y proteger a todos los seres humanos que tiene la virgen María, pues «bajo su amparo nos acogemos».

Bajo tu amparo nos acogemos, Santa Madre de Dios.

No desprecies las súplicas que te hacemos en nuestras necesidades, antes bien, líbranos siempre de todos los peligros.

¡Oh Virgen llena de gloria y bendición!

Ruega por nosotros Santa Madre de Dios, para que seamos dignos de alcanzar las promesas y gracias que nos brinda nuestro señor Jesucristo.

Amén.

Magnificat

La Magnificat es una oración a la Virgen María con un gran poder de protección, porque estas fueron las palabras que le dijo María a su prima Santa Isabel antes del nacimiento de su hijo Jesús (Evangelio de San Lucas; Capítulo 1, versículos del 46 al 55).

Además, al igual que la Salve, la Magnificat es considerado como un canto litúrgico presente en la religión católica.

Proclama mi alma la grandeza del Señor, “se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador; porque ha mirado la humillación de su esclava”.

Desde ahora me felicitarán todas las generaciones, porque el Poderoso ha hecho obras grandes en mí: “su nombre es santo, y su misericordia llega a sus fieles de generación en generación”.

Él hace proezas con su brazo: dispersa a los soberbios de corazón, “derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes, a los hambrientos los colma de bienes y a los ricos los despide vacíos. Auxilia a Israel, su siervo, acordándose de la misericordia” como lo había prometido a nuestros padres en favor de Abraham y su descendencia por siempre.

Amén.

 🙏 Sugerencia: Si te gustaría saber de dónde proviene la magnificat, qué significa y cuál es su poder. Entonces, no dejes de leer nuestro artículo sobre la “Oración de la Magnifcat”.

Oración de consagración a la Virgen de la Medalla Milagrosa

La medalla milagrosa de la Virgen María es un símbolo de devoción reconocido por la iglesia católica, el cual utilizan los fieles creyentes, y sirve de apoyo para quienes buscan la gracia y refugio de María.

Oh Virgen, Madre de Dios, Inmaculada María, hoy nos ofrecemos y consagramos a ti, bajo el título de Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa.

Madre, te pedimos que esta Medalla sea para cada uno de nosotros, prenda del amor que nos tienes, y nos recuerde nuestros deberes para contigo.

Madre, te pedimos que siempre que la llevemos nos bendiga, nos brinde tu amorosa protección, y nos conserve en la gracia de tu Hijo.

Oh Virgen poderosa, consérvanos siempre a tu lado en todos los instantes de nuestra vida. Concede a estos hijos, la gracia de una buena muerte, para que en unión contigo podamos gozar para siempre de la eterna felicidad.

Amén.

La Oración del Angelus

El Angelus es una oración antigua a la Virgen María, porque ella nos permite reconocer el milagro de la Venida de Jesús. En esta oración mariana de la religión católica, vemos como la Virgen María acepta comprometerse con gran respeto, sumisión y humildad a ser la madre de Jesús, el Hijo de Dios.

Esta oración era muy común pronunciarla al menos 3 veces al día (Mañana, tarde y noche). Sin embargo, con el paso del tiempo esta costumbre fue perdiendo fuerza y hoy en día realmente se realiza muy poco la oración del Angelus.

“V. El Ángel del Señor anunció a María.

R. Y ella concibió por obra del Espíritu Santo.

Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, Bendita tú eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.

Santa María, madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.

V. He aquí la esclava del Señor.

R. Hágase en mí según tu palabra.

Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, Bendita tú eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.

Santa María, madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.

V. El Verbo se hizo carne.

R. Y habitó entre nosotros.

Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, Bendita tú eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.

Santa María, madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.

V. Ruega por nosotros, Santa madre de Dios.

R. Para que seamos dignos de alcanzar y gozar de las promesas y Gracias de nuestro Señor Jesucristo.

Amén.

ORACIÓN

Te suplicamos, Señor, que derrames tu gracia en nuestras almas, para que los que, por el anuncio del Ángel, hemos conocido la Encarnación de tu Hijo Jesucristo, por su Pasión y Cruz, seamos llevados a la gloria de su resurrección. Por Jesucristo nuestro Señor.

Amén.

Regina Coeli (Reina del Cielo)

La oración Regina Coeli en su traducción: «Reina del cielo», es una oración antigua a la Virgen María que sustituye al Angelus durante el tiempo pascual. Es decir, se pronuncia desde el día en que se celebra la Resurrección hasta el día de Pentecostés; ya que, en la oración Regina Coeli se resalta la alegría de la Resurrección de Jesucristo.

V/. Reina del cielo alégrate; aleluya.

R/ . Porque el Señor a quien has merecido llevar; aleluya.

V/. Ha resucitado según su palabra; aleluya.

R/ . Ruega al Señor por nosotros; aleluya.

V/. Gózate y alégrate, Virgen María; aleluya.

R/ . Porque verdaderamente ha resucitado el Señor; aleluya.

ORACIÓN

Oh Dios, que por la resurrección de tu Hijo, nuestro Señor Jesucristo, has llenado el mundo de alegría, concédenos, por intercesión de su Madre, la Virgen María, llegar a alcanzar los gozos eternos. Por Jesucristo nuestro Señor.

Amén.

Oración de San Bernardo a la Virgen María

La oración de San Bernardo o también conocida como «Acordaos» es una oración a la Virgen María muy popular porque se considera una «Oración medieval de un hijo a su madre» y por lo tanto, es una plegaria que conmueve el corazón de María.

Acordaos es una oración atribuida a San Bernardo de Claraval, un santo escritor de la Europa Medieval. Aunque se dice que no es de su autoría, lo cierto es que a través de los años se ha conocido como la hermosa oración de San Bernardo dedicada a la Virgen María.

Acordaos, ¡oh piadosísima Virgen María!
que jamás se ha oído decir que ninguno
de los que han acudido a vuestra protección,
implorado vuestra asistencia y reclamado vuestro socorro,
haya sido abandonado de Vos.

Animado con esta confianza, a Vos también acudo,
¡oh Madre, Virgen de las vírgenes!

Y aunque gimiendo bajo el peso de mis pecados,
me atrevo a comparecer ante vuestra presencia soberana.

No desechéis, ¡oh Madre de Dios!,
mis humildes súplicas, antes bien,
inclinad a ellas vuestros oídos
y dignaos atenderlas favorablemente.

Stabat Mater

Estaba la madre dolorosa es un himno litúrgico antiguo, atribuido a Jacobo Benedetti conocido como “Jacopone” de Todi, franciscano y poeta religioso. Con este himno podemos celebrar las emociones de María al pie de la cruz.

“La madre piadosa estaba

junto a la cruz y lloraba

mientras el Hijo pendía;

cuya alma, triste y llorosa,

traspasada y dolorosa,

fiero cuchillo tenía.

Y, porque a amarle me anime,

en mi corazón imprime

las llagas que tuvo en sí.

Y de tu Hijo, Señora,

divide conmigo ahora

las que padeció por mí.

¡Oh cuán triste y cuán afligida

se vio la Madre bendita

de tantos tormentos llena!

cuando triste contemplaba

y dolorosa miraba

del Hijo amado la pena.

Y ¿cuál hombre no llorara,

si a la Madre contemplara

de Cristo en tanto dolor?

¿y quién no se entristeciera,

Madre piadosa, si os viera

sujeta a tanto rigor?

Por los pecados del mundo

vio a Jesús en tan profundo

tormento la dulce Madre.

Vio morir al Hijo amado,

que rindió desamparado

el espíritu a su Padre.

¡Oh dulce fuente de amor!

hazme sentir tu dolor

para que llore contigo.

Y que, por mi Cristo amado,

mi corazón abrasado

más viva en El que conmigo.

Hazme contigo llorar,

condolido muy de veras

sus penas mientras vivo;

porque acompañar deseo

en la cruz, donde le veo,

tu corazón compasivo.

¡Virgen de Vírgenes santa!,

llore yo con ansias tantas,

que el llanto dulce me sea;

porque su pasión y muerte

sienta en mi alma, de suerte

que siempre sus penas vea.

Haz que su cruz me enamore

y que en el viva y more

que es fe y de amor indicio;

porque me inflame y encienda,

y contigo me defienda

en el día del juicio.

Haz que me ampare la muerte

de Cristo, cuando en tan fuerte

trance de vida y alma estén;

porque, cuando quede en calma

el cuerpo, vaya mi alma

a su eterna gloria.

Amén.

Ave Maris Stella

Salve estrella del mar es otro himno litúrgico dedicado a la virgen María. Este hermoso himno se le atribuye a San Venancio Fortunato quien fue obispo de Poitiers, Francia y es considerado como un importante poeta latino del sigo VI.

Salve, del mar estrella; salve, Madre sagrada de Dios, y siempre Virgen, puerta del cielo santa.

Tomando de Gabriel el Ave, Virgen sacra, mudando el nombre de Eva, paces divina trata.

La vista restituye, las cadenas desata, todos los males quita, todos los bienes causa.

Muéstrate, Madre, y llegue por ti nuestra esperanza a quien por darnos vida nació en tus entrañas.

Entre todas piadosa, Virgen, en nuestras almas libres de culpas infunde virtud humilde y casta.

Vida nos presta pura, camino firme allana, que quien a Jesús llega eterno gozo alcanza.

Al Padre, al Hijo, al Santo Espíritu alabanzas, una a los tres les demos, y siempre eternas gracias.

Oraciones Cortas a la Virgen María

La virgen María es sinónimo de amor y humildad. Por esta razón, existen una serie de oraciones cortas a la Virgen María, que te permitirán estar en constante comunicación con ella y podrás dar gracias a diario por todas las bendiciones que recibes por parte del creador gracias a su mediación.

Oración a la Virgen María

Oración 1: Ofrecimiento del día

Con la siguiente oración a la Virgen María se hace ofrecimiento de todo tu ser, para que te cuide y te proteja de todo mal y peligro.

¡Oh, Señora mía! ¡Oh, Madre mía!

Yo me ofrezco enteramente a vos; y en prueba de mi filial afecto os

consagro en este día mis ojos, mis oídos, mi lengua, mi corazón; en una

palabra, todo mi ser. Y ya que soy todo vuestro, oh Madre de bondad,

guardadme y defendedme como cosa y posesión vuestra hasta el fin de mi

vida.

Amén.

Oración 2: Protección

Contar con una oración a la Virgen María corta para pedir protección, es muy importante para acordarnos de ella y poder contar con su compañía a diario.

Tú eres, María, nuestra esperanza, porque has conocido todos los sufrimientos de nuestra pobre humanidad.

Has reconocido la estrechez de la pobreza en Belén, las amenazas de la persecución y la huida al destierro, la inquietud de la peregrinación a Jerusalén, la angustia de la noche el Jueves Santo, los tormentos del camino del Calvario, la soledad al pie de la cruz.

Tú eres nuestra esperanza, porque en todas las circunstancias supiste corresponder completamente a la voluntad del Señor.

Tú eres nuestra esperanza, porque el mismo Jesús nos confió a ti en la hora de la cruz, porque tú eres verdaderamente nuestra madre.

Te pedimos que cuides de todos tus hijos como cuidaste a Jesús Niño.

Confiamos en ti como un niño confía en su madre, llévanos hasta tu Hijo Jesús: ayúdanos a seguirle hasta el fin para que nuestra esperanza no sea defraudada.

Amén.

Oración 3: Poesía a la Virgen María

A una madre siempre le gusta recibir cantos, halagos, detalles y poesías por parte de sus hijos. Por eso, a continuación, encontrarás unas hermosas palabras dedicadas como una bella oración diaria a la Virgen María.

A ti, Virgen María. Por tu inmensa bondad te ofrezco mi alma en flor, mi poesía. Sembraste caridad en mi tierra baldía con el milagro de tu cercanía.

Oración 4: Acuérdate

Esta oración puede realizarse a modo de petición, pidiéndole a la Santísima Virgen María que con total confianza acudimos a ella ante una necesidad especial, porque nunca nadie ha dicho que ha sido abandonado por ella.

Acuérdate, oh Piadosísima Virgen María, que Jamás se ha oído decir que Ninguno de los que han acudido a tu protección, implorando tu asistencia y reclamando tu socorro, haya sido abandonado de ti.

Animado con esta confianza, a ti también acudo, oh Virgen Madre, y aunque gimiendo bajo el peso de mis pecados, me atrevo a comparecer ante tu Presencia Soberana; no deseches, oh Purísima y Santísima Madre de Dios mis humildes súplicas, antes bien escúchalas y atiéndelas favorablemente.

Amén.

Oración 5: Dar Gracias

Cuando eres agradecido sentirás un cambio total en tu vida, pues comenzarás a ser más feliz. Por eso, si realizas la siguiente oración a la Virgen María, podrás darle gracias por todas las bendiciones que te regala diariamente.

Quiero darte gracias, Virgen María, por tenerme en tu regazo, por tenerme entre tus brazos y amarme y protegerme cada día.

Tu espíritu de Madre bondadosa ilumina nuestra vida.

Sin pecado concebida, tú eres, Reina Misericordiosa.

Madre de Dios, hágase tu voluntad, danos fe, paz y cariño como distes Tú a tú Niño, y que venga a nosotros tu humildad.

Madre mía, en lo alto del cielo tienes todas las virtudes y hasta nosotros acudes cuando necesitamos tu consuelo.

¡Oh Madre piadosa, Virgen María!, gran ejemplo de dolor, queremos sentir tu amor y tener siempre tu compañía.

Amén.

Oración 6: Hazme Agradecido

La siguiente oración te permitirá pedirle a la Virgen María que te ayude a ser agradecido y humilde para escuchar el llamado de Jesús.

¡Oh Madre de misericordia y bondad!
Por favor, hazme agradecido al beneficio de la Redención que debo a Jesús y a la humildad  y obediencia con que tú respondiste al mensaje del Arcángel al anunciarte el misterio de las misericordias del Altísimo.

Amén.

Oración 7: Confianza en María

No hay nada más grato y satisfactorio que tener total confianza en nuestra madre María la Virgen, porque ella con su amor maternal nos escucha y nos asiste en todas nuestras aflicciones y necesidades.

Dulce consoladora de mi alma, por favor asísteme en todas las aflicciones y combates de mi vida.
Dame una confianza sin límites en tu Corazón de Reina y Madre.

Amén.

Oración 8: Pedir Humildad

Sierva de Dios tú que eres reina del cielo y de mi vida.

Hoy te pido que extingas de mi vida la semilla del orgullo, para que pueda perdonar a quien me ha ofendido y amarlos como hermanos, tal como Dios nos enseñó.

Oración 9: Hermosa eres María

La siguiente oración a la Virgen María es una plegaria muy corta de alabanza a la Virgen, la cual puedes realizar en cualquier momento.

Tú, adorada María, hermosa madre de Dios, en ti no hay mancha ni pecado original.
Tú quien con el fulgor de tu purificante mirada, puedes iluminar mi vida.

Por favor, escucha mis suplicas y dame siempre tu maternal bendición madre adorada.

Santa María ruega por nosotros.

Amén.

Oración 10: Pedir Protección

Con la siguiente oración a la Virgen María se puede pedir protección para todos sus hijos, quienes día a día batallamos por un buen vivir, buscando siempre obtener la bendición de Dios a través de nuestros actos.

Guarda, Señora, a los que velan
y conforta a los que en tu  nombre batallan;
no nos abandones jamás.

Protege madre piadosa, a los caídos
y atiende a los que, con sinceridad, te invocan.

Haz sagrada Virgen María que despierten a tiempo los dormidos;
que los débiles, convalezcan;
sé la tabla de salvación para los espíritus que naufragan.

Óyenos, Madre amable de la Santa Esperanza, y tu clemencia siempre nos asistirá.

Amén.

Novena a la Virgen María

La novena está compuesta por un conjunto de oraciones, y es una de las tradiciones más importantes del mundo católico. Pues gracias a ella, se puede confiar a la Virgen María nuestras suplicas y necesidades, para que medie por cada uno de nosotros ante Dios y obtengamos por parte del creador el milagro que con urgencia necesitamos.

Para realizar la novena, se recomienda en primer lugar el rosario; sin embargo, no es algo obligatorio.

Sabiendo esto, entonces puedes proceder a realizar la novena de la siguiente manera:

  1. Debes persignarte y rezar el Acto de contrición.
  2. Realiza el ofrecimiento de la novena, por ejemplo: “Esta novena la ofrecemos muy humildemente a la Virgen María, Madre de Dios y Madre nuestra, para pedirle que no se olvide de nosotros, sus hijos; que nos mire siempre con ojos de bondad y compasión; y que medie por nosotros ante Dios, por las intenciones que le encomendamos en este novenario.”
  3. Reza las oraciones de la novena a la virgen María en el siguiente orden: Oración para todos los días, oración para cada día y oración final.
  4. Culmina la novena con un Credo y una Salve.

Oración a la Virgen María para Todos los Días

La oración a la Virgen María para todos los días, es una plegaria de preparación que se realiza durante los nueve días consecutivos de la novena en su honor.

En esta oración a la Virgen María se pide la gracia que se desea alcanzar.

Amada Virgen María, Madre de Dios, Reina del cielo, Hoy acudo a Ti, lleno de confianza y amor.

Creo que es por medio de Ti que Jesús, verdadero Hijo de Dios y verdadero hijo tuyo, ha querido, quiere y querrá hasta el final de los tiempos, derramar sobre mí pecador, todas las gracias, los bienes y la infinita misericordia que guarda en su Divino Corazón.

Por esta razón, te suplico a Ti, Madre de Bondad y de Misericordia, que me alcances de Jesús, la conversión de corazón, el perdón de mis pecados, el remedio de mis necesidades, la fortaleza en mis pruebas y sufrimientos, el consuelo en mis tristezas, y, sobre todo, sobre todo la salvación eterna de mi alma y: (Menciona la gracia que se desea alcanzar con la novena).

Haz madre santa que lo que te pido en esta novena sea, según la Voluntad de Dios Padre, para mayor Gloria Suya, alabanza Tuya y bien de las almas y de mi alma.

Amén.

Primer Día

En la oración a la Virgen María del primer día de la novena, demostramos nuestro deseo de aceptar la voluntad de Dios, tomando a María como ejemplo, porque no titubeó en ningún momento para decir “Sí” a sus designios.

Amabilísima Virgen María, ¡Bendita eres entre todas las mujeres!

Tú, amada Madre, que fuiste predestinada desde toda la eternidad, y elegida entre todas las mujeres, para ser la Madre del Hijo de Dios, por lo cual Dios infundió en tu alma todas las virtudes, y el Espíritu Santo te colmó con todos sus dones e inflamó tu corazón en el amor de Dios.

Te ruego Sagrada Virgen María, que por favor enriquezcas mi alma con el amor, las virtudes y frutos que necesito, para que mi vida sea digna de un hijo de Dios e hijo tuyo, para que, imitándote a Ti, vaya uniendo más y más estrechamente mi voluntad a la Voluntad de Dios.

Y de esta manera, aprender a confiar en Dios tal como tú lo hiciste cuando sin titubear dijiste «Sí» a su Voluntad, dando inició desde ese momento a la Historia de la Salvación, también yo haga de mi vida un «sí», y pueda emplear mi vida en el amor y servicio de Él y de la Iglesia, convirtiéndome en instrumento de salvación para los demás.

Santa María Ruega por nosotros.

Amén.

Rezar un Padre Nuestro, Ave María y Gloria.

Segundo Día

En el segundo día de oración a la Virgen María, entendemos que Dios eligió a María para esta misión (Ser la madre Jesús, el salvador de los hombres) mucho antes de su nacimiento. Porque incluso, en el momento de su concepción, la libró del pecado original.

Amada Virgen María, siempre inmaculada, «Bendito el Fruto de tu vientre».

Tú, madre amorosa llena de compasión, que desde el primer instante de tu concepción fuiste preservada por Dios de toda mancha de pecado y llena de gracia, para que, llegada la «Plenitud de los tiempos», su Divino Hijo se encarnase en Ti por obra del Espíritu Santo, quedando Tú introducida ya desde aquel primer anuncio en el Misterio de Cristo tu Hijo para siempre, te suplico por tu Inmaculada Concepción que me concedas tu auxilio, para que mantenga siempre mi alma limpia de pecado, y el Espíritu Santo pueda formar Contigo y en Ti a Jesús en mi corazón, y llena de sus dones como Tú, sea una digna morada de la Santísima Trinidad.

Santa María Ruega por nosotros.

Amén.

Rezar un Padre Nuestro, Ave María y Gloria.

Tercer Día

La Virgen María es considerada como ejemplo de humildad, obediencia y amor sincero a Dios. Motivo por el cual, en la oración a la Virgen María de este tercer día, le pedimos que infunda en nosotros la vocación del servicio a Dios y su vocación salvadora.

Virgen María, modelo de humildad y de obediencia a la Voluntad de Dios.

Tú Santísima Madre, que te llamaste a Ti misma «esclava del Señor», que te consagraste del todo a la obra salvífica de Jesús, haciendo de tu vida no sólo un continuo canto de amor, de alabanza y de gratitud a Dios, sino también un continuo acto de servicio, cooperando así en la redención con humildad y fidelidad. Te suplico que me alcances del Señor que lleno de ese amor, lleno de fe y con un corazón humilde y generoso, pueda, a ejemplo Tuyo, hacer de mi vida un continuo acto de servicio a Dios y a su misión salvadora.

Santa María haz que sea yo instrumento de salvación en sus Manos para otros y para la Iglesia en el mundo.

Así Madre Amable, pueda un día contigo, poder proclamar las grandezas de Dios y cantar por siempre sus Misericordias y la gloria de su resurrección.

Santa María Ruega por nosotros.

Amén.

Rezar un Padre Nuestro, Ave María y Gloria.

Cuarto Día

¿Cuántos de nosotros no nos sentiríamos felices y privilegiados de poder dar testimonio de fe y esperanza del poder de Dios y de la gracia de su amadísima madre la Virgen María? Pues con la siguiente oración a la Virgen María le pedimos que nos otorgue por parte de Dios, fortaleza, esperanza y resignación para aprender a aceptar sus designios y poder el día de nuestra muerte, alabarlo junto a ti en el reino de los cielos.

Virgen María, maestra de oración y de silencio, primera oyente y discípula de Jesús.

Tú Madre amable y admirable, que conociste y viviste los Misterios de la Encarnación y de la Redención, tú que guardaste en tu Corazón con fe las palabras dichas por Dios.

Tú que viviste los acontecimientos que constituyeron los Misterios de la infancia y de la vida de Jesús, descubriendo poco a poco a través de todo ello los designios de Dios Padre sobre la salvación de los hombres.

Te ruego que me alcances de Dios esa fe fuerte, firme e indestructible, esa esperanza contra toda desesperanza y ese amor que guardas en tu Corazón, para que aprenda a aceptar siempre en mi vida los misteriosos designios de la Voluntad de Dios y pueda entender que solo me desea el bien.

Te pido amada Madre que yo pueda dar a otros testimonios de fe y de esperanza, en el nombre de Jesús.

Santa María Ruega por nosotros.

Amén.

Rezar un Padre Nuestro, Ave María y Gloria.

Quinto Día

La oración a la Virgen María de este quinto día, nos permite reconocer a la madre de Dios como auxilio de los cristianos, refugio de los pecadores y consuelo de los afligidos, quienes con fe y esperanza acuden en oración a la Virgen María para pedir mediación ante Dios por sus necesidades.

Virgen María, tú eres madre, auxilio, salud, refugio, consuelo, socorro, abogada de todos aquellos que te necesitan y auxilio de los cristianos que acuden a Ti con confianza y amor.

María, Tú que yendo a visitar a tu prima santa Isabel y luego en las Bodas de Caná, me diste ejemplo de amor, de generosidad y de solidaridad con el prójimo, manifestándose en ambos momentos a través de Ti, la Divinidad y el poder de Jesús, enséñame a tener ese espíritu de generosidad y de solidaridad para con todos los que forman parte de mi vida, con todos aquellos que de algún modo necesiten mi ayuda, especialmente con los más pobres.

Te pido madre amada que, con tu ayuda, yo lleve a Jesús a todos lados, para que descubran a través de mí, su poder y misericordia por siempre.

Santa María Ruega por nosotros.

Amén.

Rezar un Padre Nuestro, Ave María y Gloria.

Sexto Día

Como seres humanos debemos tener humildad y aprender a aceptar los designios de Dios, así como lo hizo María desde el primer momento en el que el ángel Gabriel se le apareció para darle la noticia de que el Espíritu Santo descendería sobre ella, y que de ella nacería el Hijo de Dios.

Por esta razón, en la oración a la Virgen María de este sexto día de la novena en su honor, le pedimos que nos alcance del Espíritu Santo el Don de la fortaleza para aprender a sobrellevar y, sobre todo, a aceptar los planes que Dios tiene para nosotros.

María madre de Jesús, tú fortaleza es inquebrantable, porque aun viendo como tu hija era maltratado y crucificado, nunca dejaste de confiar en Dios ni reprochaste sus designios.

Tú, amada Virgen María, que como nadie viviste, ‘sentiste’ y sufriste en tu Corazón de Madre, la dolorosísima Pasión y Muerte que sufrió Jesús por nuestra salvación, por favor, alcánzame del Espíritu Santo la fe, el amor y el don de fortaleza que llenaron tu Corazón en aquellos momentos, para que yo también aprenda a aceptar con amor los designios del Padre.

Santa María Ruega por nosotros.

Amén.

Rezar un Padre Nuestro, Ave María y Gloria.

Séptimo Día

María acompañó a su hijo a los pies de la cruz y también se ofreció al padre junto con su hijo para la salvación de las almas.

Santísima Virgen María, Madre de Dios y Madre de todos nosotros.

Tú, Sagrada Virgen María, que acompañaste a Jesús clavado en la Cruz, y sin duda te asociaste como Madre a su sacrificio y te ofreciste con Él al Padre para la salvación de todos los Hombres, defiende nuestra causa con tu protección maternal y tu poderosa intercesión ante Dios.

Santa María, por favor danos a los que amamos y seguimos a Jesús, el incesante socorro de su gracia para que nos mantengamos fieles a las exigencias y a los compromisos de nuestro Bautismo.

Madre amable, tú, que estás llena de bondad y misericordia, te pido que por favor ores sin cesar por los hombres que viven en el pecado.

Santa María Ruega por nosotros.

Amén.

Rezar un Padre Nuestro, Ave María y Gloria.

Octavo Día

La siguiente oración a la Virgen María, nos habla del importantísimo papel que jugó la Virgen en la vida de Jesús, pues ella fue una de sus primeras seguidoras.

Es por ello que, a través de la oración a la Virgen María de este octavo día de la novena, le pedimos que transforme nuestros corazones y el de todos los cristianos, para que podamos ser como ella, ejemplo de fe y esperanza.

Sagrada Virgen María, Ejemplo de amor y humildad a seguir.

Tú, Santísima Virgen, que, unida como una discípula de Jesús en la última cena del Señor, esperaste orando e invocando sin cesar, el don del Espíritu Santo prometido por Jesús antes de su Ascensión al Cielo.

Te pido que Dios renueve y transforme los corazones de todos los cristianos, para que llenos de sus dones, nuestra vida sea un testimonio de fe, de esperanza y de amor como la tuya.

Santa María Ruega por nosotros.

Amén.

Rezar un Padre Nuestro, Ave María y Gloria.

Noveno Día

En este último día de oración a la Virgen María, le pedimos a nuestra hermosa madre que nos guíe y nos acompañe en nuestro camino de fe, para que vivamos siendo agradables a Dios y podamos adorarlo junto a ella en la Gloria eterna.

Virgen María, Reina y Señora de los Ángeles y del Cielo.

Tú, santísima Virgen, que fuiste coronada como Reina y Señora de cielos y tierra, guíame acompáñame y protégeme en mi peregrinaje de la fe hacia la vida eterna, para que no me aparte de Jesús, único y verdadero Camino hacia el Padre, y en la hora de la muerte experimente tu poderosa intercesión y protección maternal. Y así Contigo pueda alabar, adorar y gozar de Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo por toda la eternidad.

Santa María Ruega por nosotros.

Amén.

Rezar un Padre Nuestro, Ave María y Gloria.

Oración Final

La oración final es una plegaria de cierre, en la que le pedimos directamente a Dios que escuche las suplicas de su madre, quien constantemente se preocupa y media por cada uno de nosotros ante nuestras necesidades.

Te suplico Señor mío y Dios mío, que escuches a tu Madre y me concedas las gracias que Ella te solicita en favor mío.

Mientras yo sea guiado, acompañado y defendido por Ella, sé que podré amarte y servirte en esta vida; y cuando llegue el día de mi muerte, podré gozar con Ella, y con todos los Ángeles y Santos, del amor de la Santísima Trinidad por toda la eternidad.

Amén.

Rezar un Credo y una Salve.

Preguntas Frecuentes Sobre la Virgen María

Existen algunas preguntas frecuentes acerca de la Virgen María entre miles de personas en el mundo. Es por ello que, a continuación, daremos respuestas a algunas de estas preguntas comunes.

¿Es malo adorar a la Virgen María?

En la iglesia católica no se adora a María, pero si se “Honra”, tal como lo hacía Jesucristo y tal como lo encontramos en los mandamientos de la iglesia: “Honrar a Padre y Madre”.

¿La Virgen María tuvo más Hijos?

No, María solo tuvo un hijo, el cual fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo. Aunque ciertamente en las sagradas escrituras Jesús llamaba hermanos a Jacobo, José, Simón y Judas; lo cierto es que solo hay puntos de vista o varias teorías de diversos investigadores al respecto.

Sin embargo, generalmente se argumenta que Jesús no tuvo más hermanos.

¿Por qué San José y la Virgen fueron a Belén?

El emperador Romano Cesar Augusto había ordenado que toda la población se dirigiera a Belén para que se registraran en un censo poblacional. Por esta razón, José y María tuvieron que trasladarse a Belén.

¿Qué Relación tuvo José con María?

María y José fueron esposos, pero ambos se consagraron a Dios, realizando un pacto de pureza en el que José sería el sostén del Redentor, tal como el ángel le dice a José en sueños: «Toma al Niño y a su Madre».

Por esta razón, se dice que María siempre fue virgen y José fue siempre su castísimo esposo.

¿Por qué se dice que María es la Madre de Dios?

María es la madre de Dios, porque es la madre de Jesús y en el dogma de la fe de la iglesia católica decimos que Dios es la santísima Trinidad conformada por 3 personas: Padre, Hijo y Espíritu Santo.

El Padre tiene la función de “crear”, el Hijo tiene la función de “Salvar” y el Espíritu Santo tiene la función de “guiar, iluminar y consolar” a la humanidad.

🙏 Sugerencia: ¿Te gustaría aclarar un poco más el concepto del dogma de la fe? Entonces, no puedes dejar de leer nuestro artículo sobre la “Oración a la Santísima Trinidad”.

Como podemos ver, la historia de María es muy hermosa, porque en ella comienza la historia de nuestra salvación gracias al sacrificio de Jesús, Hijo de Dios, en la cruz.

Finalmente, no olvides que en todofe.com, encontrarás las mejores oraciones dedicadas a Dios, a sus siervos y a la Virgen María en sus diferentes advocaciones, para que con ellas puedas pedir la gracia especial que con urgencia necesitas.